Me desperté temprano, ya que
también me había dormido temprano. Desayuné una taza de cereales en la silla de
mi escritorio mientras esperaba a que el portátil se encendiera y pudiera
conectarme al Tuenti y al Messenger. En el Tuenti me empezó hablar Rubén, me
preguntó si quería quedar esta tarde con él, pero le dije que no podía, que
tenía planes con Laura. Luego me dijo que podíamos quedar mañana si es que no
tenía planes, le dije que aceptaba y luego cerró la sesión. Luego cuando vi que
estaba conectado Jaime empecé a comentarle que la semana que viene teníamos que
compartir casa para desayunar, comer, cenar y dormir durante 4 días, le pareció
una buena idea, que así podríamos conocernos mejor.
Terminé de desayunar, metí el bol y
la cuchara en el lavavajillas y lo puse a funcionar porque estaba lleno de
cacharos y no quedaban muchos para la comida y para cocinar.
-
Sofía, ¿vas a salir hoy?- me preguntó mi madre
cuando salía de su habitación con ropa para salir a la calle a hacer unos
recados antes de hacer la comida.
-
Si, hoy voy a salir solo con Laura. Como he
perdido una apuesta pues tengo que pagarle yo una cena – le comenté a mi madre.
Como sabía que
ella me iba a dejar, mi padre era muy difícil convencerle de que me dejara más
dinero para salir que de lo normal.
Me fui al baño donde me duché con
calma ya que mi padre estaba trabajando y mi hermana aún seguía durmiendo.
Después de ducharme, me envolví en la toalla, fui así hasta mi habitación donde
abrí el armario y elegí para la tarde un pantalón corto verde militar claro con
una camita de tirantes gruesos de color verde y rosa que es una de mis
favoritas, que por el lado derecho es más larga que por el izquierdo, también
elegí unas bailarinas blancas y negras (mis favoritas). Para estar en casa cogí
mi pantalón corto de deporte y una camiseta amarilla que me había venido con un
libro de Federico Moccia y que era de mi talla.
Vi que tenía una invitación a un
evento en el Tuenti, leí el evento y cuando lo terminé le di a Quizás, no sé
cómo iba a estar en esa fecha para la cena de inicio de curso. Vi quienes les
habían dado a si, era poca gente teniendo en cuenta de que el evento había sido
creado hace poco.
Desconecté todo, me puse a poner la
mesa aunque fueran las 12 y media y mi hermana estuviera todavía durmiendo.
Mi madre llegó con mi padre, hoy mi
padre llegaba más pronto de lo normal. Le fui a saludar y a ver si me daba
dinero por la tarde para salir, le dije lo de la apuesta que había perdido y me
dijo que en vez de darme 20 euros, me iba a dar solo 40 euros (que es lo que
siempre me da para ir al cine, pero acepté era mejor eso que nada) y que me
apañara con eso. Pensé que sería poco, pero mi madre apareció con 10 euros más
para darme.
-
¿Y qué comeremos hoy?- preguntó mi hermana
cuando entró en la cocina todavía en pijama porque aún se acababa de levantar.
-
Pues todavía no empecé a preparar nada, así que
primero dúchate y luego te diré lo que tengo pensado hacer de comida- dijo
nuestra madre colocando las cosas en su sitio y mi padre yéndose a su pequeño
despacho a dejar las cosas de trabajo.
-
Vale pero es que me acabo de levantar y solo era
para saber si puedo o no desayunar- vi como mi madre veía la hora que era en el
reloj de la cocina y dijo que no.
Cuando mi madre
vio la mesa puesta y el lavavajillas recogido pues me dio un gran beso, me
intenté apartar, pero no puede porque me tenía agarrada.
-
Vale mamá, puedes dejarme en paz. No tienes que achucharte
tan fuerte y besarme tanto- le dije a mi
madre que no paraba de achucharme y de besarme.
Cuando paró de
achucharme y besarme empezó a cocinar el pescado que iba a poner al horno. Era
la 1 y diez y daba de sobra tiempo para prepararlo y esperar a que estuviera
hecho del todo. Pregunté qué tipo de pescado sería, cuando me dijo que se
trataba de lubina, salté de alegría ya que es uno de mis preferidos.
Me marché canturreando por la
puerta de la cocina, me fui al salón, donde estaba mi padre. Le pregunté si
podía poner Los Simpson, pero me dijo que no, que si quería verlos, que fuera a
su habitación a verlos. Así que fui a su habitación donde como había un
descodificador de R a mayores y el capítulo que echaban en Antena 3 era muy
viejo, puse Fox a ver si había uno más nuevo y en efecto había uno de las
últimas temporadas en castellano, así que me puse a verlo. Pero como me aburría
el solo verlo, me acerqué a coger mi portátil que estaba con batería a tope y
duraba para varias horas.
En vez de conectarme al Tuenti o al
Messenger, me conecté a mi cuenta de Facebook que llevaba sin usar bastante
tiempo. Miré los juegos a los que alguna
vez había jugado en allí. Me puse a jugar de nuevo al juego del restaurante, a
ese que un día toda la clase se había viciado alguna vez en su vida. Vi como
iba y no iba nada mal, mi jugadora iba en el nivel 42 e iba de 4º en la
clasificación de restaurantes.
Mi madre nos llamó a comer sobre
las 2 y cuarto del mediodía, llevé el ordenador a mi habitación, cerré mi
sesión del Facebook antes de dejar el ordenador en mi mesa de estudio.
Comí bastante, ya que me gustaba
mucho el pescado al horno y mi madre sabía prepararlo muy rico. Recogí mi
plato, me marché de la cocina, me lavé los dientes, vi que aún eran las 3 y
había quedado en 2 horas, con empezar a arreglarme a las 4 menos cuarto me daba
tiempo para leer un poco o ver alguna serie en el ordenador. Preferí ver una
serie, cogí para ver un capítulo de Haven que todavía no había visto de la 2º
temporada. Adoro la serie de Haven, es una adaptación de un libro de Stephen
King, me gusta la serie por todo, por su trama y por el reparto que es muy
bueno.
Cuando terminó el capítulo era hora
de arreglarme, fui al baño donde me lavé la cara y las manos; me limpié las axilas para no dar olor y luego
les eché desodorante. Me fui a la habitación donde empecé a desvestirme para
poder ponerme la ropa que con anterioridad había elegido cuidadosamente. Me
vestí con calma pero no con mucha. Cuando estuve totalmente vestida, cogí el
neceser donde guardaba las pinturas y me puse en el baño a pintarme un poco.
Por último me peiné el pelo, me puse una de mis diademas para no llevar el pelo
suelto y guardé todo lo necesario en el bolso; mi móvil cargado, la cartera con
dinero, mis gafas de sol, mi cámara de fotos, un bolígrafo y una libreta por si
necesitaba escribir algo o encontraba algún famoso.
Miré la hora en el reloj de la cocina, cuando vi
que ponía las 4 y media, salí de casa, gritándole a mi madre que salía ya de
casa. Bajé en el ascensor, se paró en el 2º donde Jaime entró, miré para el
suelo cuando entró para no tener que
verle a la cara ya que si le veía a la cara, me podría un poco sonrojada.
-
Bueno días Sofía, ¿Qué vas a hacer hoy? – me
preguntó cuando el ascensor se paró de repente entre el 2º piso y el 1º.
-
Iba a salir con una amiga y ahora no podre ir
por culpa del maldito ascensor- respondí siguiendo mirando al suelo.
-
A ver, déjame ver a ver si lo consigo arreglar-
me dijo apartándome de donde estaba el
panel con los botones de los piso. Le dio a un botón y consiguió ponerlo en
marcha de nuevo. A mí me alegró, no como a él que hubiera preferido quedarse
conmigo a solas para charlar.
Cuando paró de
una vez en el 0, me dejó salir primero, le di las gracias y me marché corriendo
al ver que ya eran las 5 menos veinte. Corrí lo más rápido que pude para llegar
a la hora en la que había quedado con Laura.
Casi me tropiezo en mitad de la
calle si no fuera porque Jaime me seguía y me ayudó a ponerme de pie antes de
tocar el suelo de la calle.
-
¿Por qué me sigues?- le pregunté no con muchas
ganas de que me siguiera toda la tarde.
-
Solo es que voy al mismo lugar que tú o eso creo
Sofía. Yo nunca te seguiría- me respondió de tal manera que pensé que decía la
verdad y no me mentía.
Llegué a donde había quedado con
Laura 5 minutos antes de las 5. Me alivié de haber llegado antes y no a en
punto. Laura llegó en 3 minutos y pudimos irnos a tomar primero el yogur a la
yogurtería como le había prometido.
-
Vamos a la yogurtería, primero sacaré la cámara
de fotos- saqué de mi bolso mi réflex, había sido un regalo por mi dieciseisavo
cumpleaños de mis padres y de mis padrinos y ahora debía usarla siempre.
-
Vale, está bien, usaremos tu cámara y luego las
subirás al Tuenti como siempre hacemos, etiquétame si no eres mala persona- me
reí de ese comentario. Le dije que no se preocupara, que si que le iba a
etiquetar.
Esperamos en la cola de la
yogurtería a que nos tocara el turno. Laura estaba indecisa, no sabía por qué
decidirse, le dije que lo hiciera pronto que nos iba a tocar pronto. Cuando iba
a ser nuestro turno, el chico que estaba delante de nosotras se gira y podemos
vez a una chico de unos 21 años de edad; de ojos marrones chocolate y grandes;
el pelo de color negro, corto y liso; llevaba puesto una camisa azul con mangas
cortas; un pantalón vaquero azul oscuro
largo; unos tenis blancos con cordones.
-
¡Alex!- gritó Laura tan de repente, que empecé a
pensar quien era Alex y que pintaba en mi vida.
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