10 Años Antes
Llevaba sin verle 2 semanas, tiempo
suficiente para echarle de menos, para añorar sus ojos, su mirada, su sonrisa,
es decir echando de menos todo de lo que él me había enamorado. Hoy me iba a
recoger a la puerta del portal de mi casa, para ir a dar una vuelta por el
centro, ir a nuestra cafetería favorita, esa cafetería donde siempre habíamos
compartido risas y tardes de lluvia esperando a que el tiempo mejorara tomando
nuestros batidos favoritos y nuestras magdalenas o cualquier cosa que nos
apetecieran y allí la tuvieran.
Estaba demasiado nerviosa y se me
notaba; no sabía cómo me iba a recibir, si habría cambiado o no en esas 2
semanas que estuvimos los 2 separados.
Quería que fueran ya las 6 para que la cabeza dejara de darme vueltas y
por culpa de eso, el estómago se me había cerrado de golpe. Estaba tan
nerviosa, que sudaba demasiado. Me probaba miles y miles de conjuntos de ropa
para saber cuál sería el apropiado para la ocasión. No sabía si el reloj de la
pared de mi habitación no quería que nos encontráramos en esa tarde de finales
de agosto o si era yo la que no quería verle todavía.
Mi madre me llamó, no sabía que
quería, pero cuando me vio, me pasó el teléfono de casa, ¿Quién me podía llamar
a estas horas? Me puse al teléfono y contesté.
-
Hola, ¿Quién es?
-
Pues soy yo mi amor y sé que hoy habíamos
quedado, pero no puedo- empezó a contarme Rubén, supuse que sería por culpa de
la odiosa de Bárbara- es porque Bárbara está enferma y soy el único que puedo
cuidarla. Ya quedaremos otro día, lo siento mucho, ya te compensaré.
-
Vale, no pasa nada, ya quedaremos otro día- en
verdad estaba muy cabreada por culpa de
la gilipollas y tonta de Bárbara- adiós.
Corté la llamada
y me fui a mi cuarto. Dejé de probarme ropa, cogí mi diario nuevo, que era uno
de color marrón claro con dibujos a los lados en tonos de color dorados y en
vez de escribirlo con un bolígrafo normalito, en las hojas del diario que
compré en un mercadillo antiguo, lo escribiré con una pluma también antigua,
comprada a conjunto con el diario.
Ahora que te empiezo a escribir
diario, te contaré desde el principio de todo, como conocí a Rubén, quién es
Bárbara, como nos enamoramos, como empezamos a salir,… Es decir todo desde el
comienzo.
¿Cómo conocí a Rubén, mi actual
novio? Pues de la siguiente manera:
Era
una tarde fría de finales de septiembre, las chicas y yo fuimos a tomar algo a
nuestra cafetería favorita del centro, allí fuimos directos a la barra a pedir,
donde en teoría debería de haber estado mi mejor amigo, Carlos, pero ese día
Carlos no estaba, podía ser que le había tocado el día libre o algo, pero no,
cuando me acerco a preguntar por Carlos, veo a un chico de ojos azules
verdosos, de pelo negro, liso con flequillo al lado, alto y de constitución
normal.
-
Buenas
tardes señorita, ¿Qué desea?- me preguntó el chico desde el otro lado de la
barra.
-
Hola, me
gustaría preguntar por una persona, ¿Dónde está Carlos? Si es que sabes quién
es- le pregunté de repente, no le di tiempo a que le respondiera.
-
Pues sí
que conozco a Carlos, él ha sido trasladado a la otra cafetería y a mí me
trasladaron de la otra y ahora, ¿Qué vais a tomar?- me preguntó después de responder
a mi pregunta.
Miré a las chicas, no sabía que decir,
debíamos pedir ya, pero a Paula se acordó que tenía que ir a comprar una cosa
en Oysho, así que ellas se fueron mientras yo me quedaba pidiendo algo y
cogiendo sitio para sentarnos.
-
Así que dime
de una vez, ¿Qué vas a tomar?-me preguntó por 3º ver el nuevo camarero.
-
Pues un
chocolate caliente con nata mediano para llevar aunque lo tomaré aquí- le dije
mientras sacaba la cartera- y si haces el favor de ponerme una pajita Rubén.
-
Así que
sabes leer- se burló de mí, pero no me importó, ya que estaba a gusto a su lado
y así tampoco me quedaba sola durante la casi media hora que se iban a pasar en
Oysho probándose ropa que Paula necesitaba- y tú nombre es…
-
Sofía y mi
chocolate es para hoy- ahora sí que me burlaba yo de él- ¿y cuanto es?
Me dijo cuánto me iba a costar y también que
si quería en 2 minutos me hacía compañía durante 10 mientras esperaba a que el
resto llegara de comprar. Le dije que trato hecho, que quería conocer mucho más
de él y yo creo que de mí también quería saber cosas.
Me
senté en una mesa del fondo, la única libre que encontré, allí esperé a que
Rubén terminara el turno y se me acercara para charlar. Cuando terminó su
turno, se me acercó y se sentó enfrente de mí.
-
Bueno
Sofía, eres mi primera clienta en el día de hoy. Así que voy a ser amable
contigo.
-
¿Intentando
ser amable? No sé si vas a poder, pero háblame de ti.
-
¡Rubén!-
gritó una chica rubia de pelo rizo y largo; de ojos azules grisáceos; de
dientes blancos y sonrisa picarona. Llevaba puesto un pantalón negro
ajustado; botines negros con cadenas;
una camiseta gris que parecía un vestido ya que le llegaba un par de
centímetros más debajo del culo de mangas cortas; y una chaqueta gris. En la
mano llevaba muchísimas bolsas de diferentes tiendas como: Zara, Berska,
Oysho,…
-
¡Bárbara!
Cuanto tiempo. Espera que te presento a una chica, esta es Sofía- me presentó a
la recién llegada – y Sofía esta es Bárbara, mi mejor amiga.
Cuando dijo mejor amiga no me lo creía,
parecían muy diferentes, él parecía un chico sencillo y que trabajaba para
ganarse la vida; pero Bárbara parecía la típica chica pija y consentida de
papá. Cuando Bárbara se fue después de estar hablando con nosotros durante 3
minutos continuamos con nuestra charla los 6 minutos que nos quedaban hasta que
volviera al trabajo.
Y así diario es como lo conocí,
como conocí a mi actual novio, pero ya te contaré otro día como nos hicimos
amigos y como empezamos a salir. Este es el primer día que te lo cuento, así
quedará.
Cuando dejé a un lado el diario, me
puse a ordenar mi habitación, guardaba
la ropa que hacía un tiempo atrás me había probado con la esperanza de volverme
a ver con Rubén; pero que ahora solo estaba allí amontonada encima de mi cama y
de la silla sin poder usarse durante esa tarde de finales de Agosto.